miércoles, 21 de julio de 2010

El riesgo de los medicamentos para bajar de peso



Uso de fármacos en la pérdida de peso
En el tratamiento del sobrepeso y obesidad se plantea al paciente lograr el objetivo de la baja de peso a través del seguimiento de un adecuado plan de alimentación, ejercicio físico y por sobre todo la modificación de los hábitos de vida. Este camino no está exento de dificultades, por lo cual resulta extremadamente tentador recurrir a una “ayuda extra” en esa incesante lucha contra los kilos sin tener que realizar “tanto esfuerzo”. Así aparece el uso de diversos fármacos y/o suplementos que si bien pueden ser de ayuda para lograr el objetivo no están exentos de riesgos y en otros casos de propiedades que resultan no ser tan ciertas como parece.
Entre los fármacos para la baja de peso nos encontramos principalmente con los siguientes tipos:
Anorexígenos: Actúan a nivel de sistema nervioso cuya finalidad es inhibir el apetito esto reduce la ingesta de alimentos con la consiguiente pérdida de peso, a este grupo pertenece la controvertida Sibutramina que entre sus efectos secundarios incluye la sequedad bucal, insomnio, estreñimiento, además de producir un aumento de la presión arterial y frecuencia cardiaca, por lo que está contraindicada en pacientes con antecedentes de problemas cardiovasculares.
Inhibidores de la absorción: Su objetivo es “evitar” la absorción de un porcentaje de los nutrientes ingeridos (grasas o carbohidratos). Aquí nos encontramos con productos como Orlistat (Xenical) que produce la inhibición de le absorción de una parte de las grasas ingeridas en la dieta, pero que cuenta entre sus efectos secundarios con desórdenes gastrointestinales, flatulencia, heces grasosas, disminución en la absorción de vitaminas liposolubles (A, E, D) e incluso se podría producir incontinencia fecal si es que no se sigue una alimentación baja en grasas.
Otro de estos compuestos que podemos encontrar es la Phaseolamina que promete la reducción de la absorción de carbohidratos ingeridos en las comidas, en este caso ha sido demostrada su inefectividad ya que el organismo cuenta con distintos mecanismos para la absorción de almidones.
Termogénicos: De éstos la más conocida es la mezcla Efedrina-Cafeína, se utilizan para acelerar el metabolismo, aumentando la producción de calor usando las calorías como combustible, su efecto va disminuyendo con el paso del tiempo y al igual que en los casos anteriores no está libre de efectos secundarios entre los que cuentan taquicardias, excitabilidad, nerviosismo e insomnio.
Además de los nombrados existe una gran gama de productos promocionados en el mercado incluyendo algunos en los que su efectividad no ha sido demostrada científicamente
Para finalizar cabe destacar que el eje central en el manejo de la obesidad es el QUÉ y CUÁNTO se come, y que los fármacos y suplementos sólo buscan cumplir un rol facilitador en el proceso de cambio de hábitos alimenticios que es lo que finalmente produce la baja de peso y la mantención del mismo a lo largo del tiempo.

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