miércoles, 22 de junio de 2011

Indice Glicemico de los alimentos


Descubierto en el año 1981 por el Dr. Jenkins, este término hace referencia al poder que tienen distintos alimentos de aumentar la glicemia (azúcar en la sangre), es decir la velocidad en que los hidratos de carbono de un alimento tardan en descomponerse en glucosa y llegar a la sangre.

Así veremos alimentos que provocan rápidamente una subida en los niveles de azúcar de nuestro organismo (de alto índice glicémico) y otros que lo harán de manera más lenta o pausada (de bajo índice glicémico).

La velocidad de digestión y asimilación de los distintos alimentos, depende del tipo de nutrientes que los componen y de la cantidad de fibra presente.

Se ha visto que alimentos que tienen un mayor índice glicémico se digieren más rápido alcanzando velozmente un alto nivel de la glicemia y luego se reduce abruptamente, provocando la necesidad casi inmediata de volver a ingerir alimentos. Con esto, queda claro que un mayor consumo de alimentos con alto Índice Glicémico (IG) predispone a la ganancia de peso y con esto al sobrepeso y/o obesidad.

Por ende, reducir el consumo de estos alimentos nos ayudará a prevenir y/o controlar la aparición de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT).

Otros beneficios que obtendrá al disminuir el consumo de estos alimentos son:

.- Mayor saciedad, permitiendo evitar una sobre alimentación y posterior ganancia de peso.
.-Disminución de los niveles de insulina promoviendo la “quema” de grasa y de las calorías acumuladas.
.-Disminución de triglicéridos y colesterol LDL (malo).
.-Mejorar control glicémico.
.-Disminución del riesgo de padecer diabetes.

miércoles, 1 de junio de 2011

La sensación de saciedad es menor cuando se cree que el alimento es light


No es lo mismo comer un producto dietético que comerlo en su versión alta en calorías.

Y la diferencia no radica sólo en su sabor y en los compuestos con los que fue creado. También en que al comer el primer tipo de alimentos la sensación de saciedad es menor que con el segundo.

Para llegar a esta conclusión, que fue publicada en el último número de la revista Health Psychology, un equipo de psicólogos de la Universidad de Yale le pidió a 46 voluntarios de entre 18 y 35 años que evaluaran las diferencias entre dos milkshakes con dispares valores nutricionales.

La primera semana se les pasó un producto de vainilla que, según se les dijo, tenía 620 calorías.

El segundo batido, que debían tomar una semana después para evitar comparaciones, era del mismo sabor. Según les dijeron los expertos, iba a provocarles una "satisfacción sin culpas", ya que sólo contenía 140 calorías.

Eso sí, sin que los participantes supieran, se trataba del mismo producto, que realmente contenía 380 calorías.

Treinta minutos después de que los voluntarios tomaran el milkshake , se les realizaba una prueba sanguínea.

Así los expertos se dieron cuenta de que los niveles de grelina -una hormona que aumenta en respuesta al hambre y que decae cuando la persona se siente satisfecha- disminuían rápidamente cuando las personas pensaban que comían un alimento de alto nivel calórico.

Sin embargo, cuando estaban convencidos de que el alimento que consumían era saludable, el nivel de la hormona se mantenía estable.

De esta forma, el intestino no le mandaba al cerebro el mismo mensaje de saciedad que con el otro batido, según apunta el sitio web de la revista Time.

Mayor esfuerzo

Este resultado explicaría, especulan los especialistas, porqué muchas dietas fallan al poco tiempo.

"Lo más importante del estudio, según mi opinión, es que las personas tengan conciencia del estado mental en el que se encuentran cuando comen y, sobre todo, el estado mental que adoptan de manera automática cuando intentan mantenerse o bajar de peso. Pensar que se trata de una restricción en la comida, sin importar lo que se come, podría comprometer nuestra respuesta fisiológica, contrarrestando el esfuerzo que se realiza al hacer una dieta"

fuente: www.elmercurio.cl