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Es necesario erradicar el mito que tienen la mayoría de las personas al pensar que reduciendo el número de comidas del día, conlleva a una baja considerable del peso.
Es cierto que las primeras 2 a 3 semanas se produce una disminución, pero el organismo está “programado” para ahorrar su energía, almacenado los nutrientes aportados por los alimentos, es por esto mismo que luego de las 3 semanas, no existe una pérdida del peso. Fomentar la ingesta de alimentos cada 2 o 3 horas, aunque sean pequeñas porciones, estimula el metabolismo, rompiendo con su “programación ahorradora”, y logrando una aceleración en la pérdida de peso y el porcentaje de grasa.
Los 3 tiempos de comida esenciales del día son: desayuno, almuerzo y cena. Entre ellos se recomienda agregar colaciones, entre 1 o 2 al día como máximo. Que se compongan de alimentos bajos en calorías, hidratos de carbono y grasas. Entre los cuales se encuentran las frutas, yogurts light, leches descremadas y light, etc.
Otro punto a eliminar es el reemplazo de la cena por la once. Muchas personas lo hacen, pero es una práctica errada, ya que la comida se compone de una entrada de ensaladas o sopa, un plato de fondo con carne y verduras, y finalmente un postre de frutas. Al reemplazarlo por una once, este tiempo de comida variado y equilibrado se transforma en el consumo de pan con cecinas y quesos, principalmente, lo cual es incompleto y desequilibrado.
El tiempo destinado a las distintas comidas del día ha disminuido bastante con el paso del tiempo, actualmente las personas no comen pausadamente, destinando de 30 minutos a 1 hora a las comidas del día, sino que este tiempo se ha reducido más de la mitad. Esto lleva a ingerir más alimentos, si lo comparamos con las personas que comen lentamente, ya que las señales de saciedad llegan al cerebro después de los 15 a 20 minutos del consumo de alimentos. Últimamente, se han realizado estudios que demuestran que el hecho de comer lento y recordar lo que se ha comido, estimula la saciedad en aprox. un 30%, evitando sentir hambre a repetición durante el día.
Es importante la planificación en relación a lo que uno come. Actualmente, prácticamente la totalidad de los alimentos son envasados y procesados. Esto los hace contener una concentración de calorías desfavorable para mantener un peso y estado de salud adecuado. Por esto, si uno no tiene un orden alimentario y no planifica lo que va a consumir durante el día, acudirá a estos alimentos, improvisando tiempos de comidas o colaciones para satisfacer sus necesidades de saciedad, pero incorporando una cantidad de calorías poco adecuada considerando los volúmenes consumidos.
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